En la sociedad…

En la sociedad-productora-de-mercancías, todos somos propietarios de algo que vender, pero no todos tenemos la misma capacidad de compra. Los menos, tienen sus activos y capitales, con sus frutos naturales, civiles e industriales; saben y pueden vivir sobre o del trabajo ajeno. Los más, tienen solo eso: su capacidad de trabajo, que venden y venden y venden, por la coacción impersonal de una institucionalidad determinada, una muy concreta: la de la escasez artificial, la de la desposesión de medios de vida en la producción y distribución de valores de uso, la del derecho igual a la propiedad desigual. El látigo del hambre de Bentham, la compulsión muda del dinero, el brazo cinético de un mundo fabricado, la rama violenta de la no violencia.

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